“No sé cuánto me va a llevar ponerme a punto”
Agustín Vernice, clasificado para los Juegos Olímpicos de Tokio, habló sobre sus días en cuarentena, entrenamientos y el deseo de regresar rápido a la actividad.
Mientras los días pasan en aislamiento social, los atletas argentinos de alto rendimiento siguen sin poder entrenarse de manera adecuada y continúan en sus respectivos domicilios, a la espera de buenas noticias.
Durante una entrevista con TyC Sports, Agustín Vernice campeón panamericano en canotaje velocidad y clasificado para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, habló sobre sus días en cuarentena.
“En Olavarría, hace casi 50 días que no hay casos de coronavirus. Hubo tres y por suerte se curaron bien. Ahora estoy a la espera de que se apruebe el protocolo para que yo y algunos atletas más de la ciudad podamos volver a la actividad”.
“Estamos esperando la respuesta de la Provincia para poder empezar cuanto antes. En muchos lugares del mundo ya se están entrenando, te diría que en todos los lugares con los que me puse en contacto ya están remando y trabajando duro. Me gustaría poder volver para llegar bien a los Juegos Olímpicos el año que viene”.
“Va a ser una situación totalmente nueva. Generalmente, todos los años me tomo tres semanas de vacaciones y me lleva dos o tres meses volver a estar en forma física para poder competir. Pero ahora se da la particularidad de que no estuve parado completamente, a diferencia de los chicos de natación que no tienen ninguna forma de simular lo que hacen en el agua”.
“Nosotros y los de remo tenemos un simulador y nos ayuda porque podemos mantener los entrenamientos ahí, pero obviamente que no es lo mismo que estar en contacto con el agua. No sé cuánto me va a llevar volver a ponerme a punto”.
“Ojalá la vuelta sea fácil y no nos lleve mucho tiempo. Yo mantengo la cantidad de turnos y horas semanales de entrenamiento, aunque tal vez un poco menos de horas de agua porque las hago en este simulador. El tema es que me desgasta mucho los músculos de la espalda y tengo que parar un poco. Pero sí hago gimnasio y corro en el patio de mi casa para que esa vuelta cueste lo menos posible”.
“Hubo lugares en donde nunca dejaron de entrenarse. Siempre con un protocolo correspondiente y en un centro cerrado donde estuvieran seguros, pero nunca dejaron de tener entrenamientos. En otros lugares sí, como en España, donde estuvieron parados un tiempo y ya volvieron a la actividad. Nuestro deporte es muy particular porque estamos en el agua solos y no necesitamos de mucha estructura. Es simplemente encontrar un poco de agua y tirar el bote ahí. Por eso, muchos países aprovecharon esto para mantenerse activos y hacer una diferencia con los otros países donde no se puede”.
“Entiendo que es muy complicado porque hay otras prioridades. Pero teniendo en cuenta que nuestra disciplina no pone en riesgo nuestra salud ni la de los demás, tengo la esperanza de que sea pronto. Los días han pasado y ya son dos meses que estamos lejos del agua”.
“Entiendo la situación general y me pongo en los zapatos de las personas que no están pudiendo salir a trabajar y que tienen una familia que mantener, entonces me calmo. Pero después veo a mis rivales entrenando y me vuelvo loco de nuevo. Es un subibaja de emociones que hay que manejar”.