
“Seguramente fue el torneo más importante de mi carrera”
A un año del subcampeonato del Mundial de China, Sergio Hernández recordó aquel certamen en donde la Selección Argentina volvió a hacer historia.
En diálogo con prensa oficial de la CABB, el entrenador de la Selección Argentina, Sergio Hernández, habló sobre lo que fue el Campeonato Mundial de China 2019, en el cual el equipo nacional se quedó con el segundo puesto tras un gran torneo y la derrota final ante España.
“Seguramente fue el torneo más importante de mi carrera porque, más allá del resultado, pocas veces me sentí tan conectado con un grupo de trabajo, desde los jugadores hasta mi staff. Y por suerte, además, puedo decir que disfruté el camino. Desde la clasificación hasta el torneo en China. Aprendí a hacer eso en vida y pude conseguirlo… Y el Mundial en sí fue muy especial por ser parte de un grupo de gente muy especial, que tiene una convivencia y una armonía muy impactantes”.
“Yo estoy viviendo más esta camada, porque a la Generación Dorada ya la agarré siendo campeona olímpica y con un largo camino recorrido. Y yo, además, no me metía mucho y más que nada disfrutaba ver cómo ellos disfrutaban. Ahora es distinto, estoy más dentro de todo. Pero sí, al comparar, hay grandes similitudes en la armonía, la hermandad, la unión… Y una forma especial de respetar las jerarquías, de reconocer autoridades y roles, sin perder las relaciones humanas. Todo se da de forma muy natural en este grupo”.
“La medalla de oro en los Panamericanos fue fundamental. En un punto, más importante que el Mundial, porque era el primer torneo de esta camada que tuvo la obligación de un resultado, el oro puntalmente, si me apurás. Y ese torneo, con ese resultado, nos permitió llegar mucho mejor al Mundial. Luego lo completamos con una previa muy buena, en Francia, donde nos sentimos bien pese a las dos derrotas. Ya empezábamos a creer que había algo con el equipo”.
“Lo especial es que el equipo siempre se enfocó en el rendimiento. Ni hablábamos de resultados, sino de cómo mejorar el ataque rápido, la rotación de balón o la ocupación de espacios. Cada asistente tenía claro su rol. Y yo, como todos, pude disfrutar el camino. Creo que realmente eso fue lo que nos llevó a jugar la final. Aquella frase que dije “se gana porque se disfruta y no se disfruta porque se gana” la sostengo más que nunca. Fue un plantel que disfrutó cada minuto, sin caras de culo ni reclamos. No molestaba madrugar, nada… Siempre estuvieron todos bien predispuestos”.