“Es difícil de explicar con palabras los sentimientos que genera representar a mi país”
En una exclusiva con De Selección Valentina Castro Llopis, del equipo nacional de karate en la modalidad kumite, habló de sus entrenamientos en su pueblo Tanti, en la provincia de Córdoba, mientras espera la reanudación de la competencia.
A unos 50km de la Ciudad de Córdoba Capital, y 15km de Villa Carlos Paz, se encuentra el pueblo serrano de Tanti. Perteneciente al Departamento de Punilla, la localidad cordobesa es conocida por sus cercanos paisajes de quebradas, valles, además de cascadas y arroyos del cual pueden disfrutar sus visitantes y también locales.
De allí surgió una representante nacional, en un deporte que viene creciendo en sus respectivas modalidades durante los últimos años. Se trata de Valentina Castro Llopis, integrante de la Selección Argentina de karate en la modalidad Kumite.
Valentina nació en agosto de 1998, y se destacó rápidamente en el seleccionado nacional. En sus primeros Juegos Odesur, en Cochabamba 2018, consiguió la medalla de bronce, además de la clasificación al Panamericano de Lima 2019 en el cual tuvo su debut en la competencia continental.
En una charla en exclusiva con De Selección, la especialista en la categoría +68kg , contó su experiencia dentro de la crisis sanitaria que afronta el país, los entrenamientos y sus ilusiones de regresar pronto a la actividad.
“Gracias a Dios mi familia y yo estamos muy bien. Por suerte estaba en mi casa en Córdoba cuando comenzó la pandemia. Vivo en el interior, en Tanti, que es un pueblo muy tranquilo y tengo mucho espacio por lo que pude instalarme tanto un tatami como implementos para mi preparación física. Me costó un poco adaptarme a pasar tanto tiempo en casa ya que por lo general no estoy. Además de estar lejos de mis amigos y entrenar sola al principio fue un poco frustrante”, explicó la karateca.
Castro Llopis agregó: “Por suerte al estar en una zona libre de virus pude retomar mis entrenamientos presenciales con mi Sensei Cesar Acosta, ya hace un poco más de dos meses. De igual manera sigo conectándome a los entrenamientos de seleccionado con mis técnicos nacionales tres veces por semana junto a mi compañera de entrenamientos Fiorella Acosta que está en la selección juvenil, y con el preparador físico de la selección tres entrenamientos semanales, utilizando los elementos que tengo en mi casa”.
“El club de mi pueblo se encargó de conseguirme los implementos del gimnasio así que estoy bastante completa. Al principio tuve que entrenar sola con la bolsa y en piso, se hizo bastante difícil ya que en karate en la especialidad de kumite, que es la pelea, es de suma importancia tener un compañero para entrenar. Nos adaptamos y comenzamos a perfeccionar otras cuestiones más bien técnicas, reforzar la base, y ahora de a poco retomamos con entrenamientos frente a frente con todas las medidas”.
Sobre las postergaciones de competencias de este año, comentó: “Todo nuestro calendario competitivo tuvo modificaciones y se cancelaron todos los eventos del año. Tuve la suerte de poder competir mi primer y último nacional en lo que va del año, una semana antes de que empezara el aislamiento, en el cual me fue muy bien, así que venía con muchísimas ganas de seguir sumando”.
“Fue bastante frustrante porque venía con muchas expectativas, preparándome para los nacionales y para ir al sudamericano. Este año mi meta era obtener una buena posición dentro de América que me posibilitara un lugar en el Mundial de Mayores, pero los objetivos de este año se postergaron para el próximo”, confesó Valentina Castro Llopis.
La representante nacional recordó sus buenas actuaciones en Cochabamba y Lima, además de la experiencia adquirida en cada momento con la delegación: “Mi participación en los Juegos ODESUR fue maravilloso. Formar parte de la delegación y mucho más aún la clasificación a Lima, sin duda es algo muy difícil de explicar con palabras los sentimientos que genera representar a mi país en eventos tan grandes y reconocido. Creo que las mejores cosas que quedan de ambos es el apoyo entre toda la delegación, el compartir con mis compañeros y con otros deportistas, lo más lindo que dejan estos eventos aparte de la experiencia deportiva de alto nivel, de poder pelear con las mejores del continente, son las amistades que hacemos tanto de nuestro propio deporte como de otros”.
“Obviamente es indescriptible ver a tus ídolos parados al lado tuyo, marchar con la celeste y blanca por el estadio, la emoción cuando presentan tu nombre por el micrófono, y darte cuenta de que estás donde soñabas cuando empezaste. Pero sentir que todos están ahí atrás alentándote cuando pisas el área, amigos, familia, eso no tiene comparación”.
Sobre la actualidad de su deporte, la medalla de bronce en Cochabamba detalló: “Creo que el karate hoy está alcanzando un nivel realmente alto, donde cada vez es más difícil la competencia. El karate olímpico es hermoso para verlo y más aún vivirlo como protagonista, es adrenalina pura. El nivel nacional creció muchísimo y eso es algo buenísimo para todos nosotros. Siempre vamos avanzando y encontrando nuevas posibilidades como deporte y más ahora con la participación del karate en Tokio. Creo que para mejorar la forma es el intercambio, obviamente tenemos que pelear para adquirir experiencia y más ahora con tanto tiempo de trabajo solos, pero de a poco nos iremos reincorporando todos”.
“Por el momento pretendo preparar una buena pretemporada para arrancar el año próximo con lo mejor de mi. Ojalá exista la posibilidad de tener competencias lo antes posible. A nivel nacional aún no tenemos fechas de torneos presenciales, pero si está publicado el calendario internacional del cual espero poder ser parte el próximo año, y si Dios me lo permite dejar a mi país en lo más alto”, finalizó Valentina Castro Llopis, de la Selección Argentina de karate en la modalidad kumite.