“Necesitamos entrenar para un Juego Olímpico”

Delfina Pignatiello, la joya que tiene la natación argentina, contó detalles sobre sus días de aislamiento y solicitó la posibilidad de volver a entrenarse. “Ir a la pileta es menos peligroso que ir al supermercado”, señaló.

Siguen los días de cuarentena en el territorio nacional, lo que implica también la imposibilidad de entrenar para los atletas argentinos de alto rendimiento que cumplen con el aislamiento obligatorio en sus respectivos domicilios.

Durante una entrevista en el programa “Hola, qué tal, cómo estás” con Germán Beder y Nicolás Laprovittola, Delfina Pignatiello, la joya de la natación argentina contó detalles sobre sus días de cuarentena y solicitó el regreso a los entrenamientos.

“Al principio yo estaba preparándome, por lo menos, para estar dentro de las primeras 8 de mi prueba. Pero la verdad, por cómo estaba entrenando el último mes antes de la cuarentena, ya estábamos pensando en ir por una medalla”.

“Habíamos encontrado una sintonía con mi entrenador Gustavo Roldán que estaba muy buena, teníamos muchas esperanzas para Tokio. Yo estaba sobrellevando el entrenamiento de la mejor manera, sin presiones…y cuando empezó toda la cuarentena, se suspendió el Sudamericano, después se pasaron los Juegos…hay mucha incertidumbre de qué va a pasar”.

“Básicamente, falta que nos den una aprobación para ir a nadar, porque ir a la pileta, al menos para un grupo de elite, es menos peligroso que ir al supermercado”, expresó la campeona panamericana.

“Nosotros presentamos el protocolo con la federación (CADDA) y estamos esperando a ver qué nos dicen. Lamentablemente se nos pone a nosotros en la misma bolsa que a cualquiera que vaya a hacer pileta libre a nadar, y nosotros somos atletas de elite que necesitamos entrenar para un Juego Olímpico”.

“Para mí, todo esto es muy raro. Desde que tengo uso de razón, nunca pasé más de un mes fuera del agua. Acá en casa tengo una pileta, los primeros días me había atado con una soga y un elástico a la reja de la ventana de mi cuarto, para hacer ejercicios en el agua con esa resistencia. Pero ahora que ya hace frío eso es imposible”.

“Después de Lima 2019 estuve con sobrepeso, así que tuve que ponerme en forma. Fue todo un desafío mental, ya no tenía el mismo cuerpo de adolescente en el que comía un alfajor y no pasaba nada. Además, estoy madurando como mujer, como atleta, y a partir del año pasado, que ya tuve más claro quién soy, tengo más claro quién quiero ser”.